La revolución educativa de la arquitectura

El Colegio San Francisco Javier de Huechuraba da un salto hacia el futuro con la inauguración de modernos espacios diseñados para mejorar la experiencia de aprendizaje.

Un entorno renovado que combina tecnología, creatividad y colaboración invita a estudiantes y docentes a explorar nuevas formas de enseñanza y conexión. La educación en el siglo XXI demanda entornos que no solo sean funcionales, sino también inspiradores y adaptables a las nuevas metodologías de enseñanza. En este sentido, el Colegio San Francisco Javier de Huechuraba ha dado un paso significativo al inaugurar nuevos espacios educativos que buscan potenciar la experiencia de aprendizaje de sus estudiantes.

Para el arquitecto y profesor titular de la Universidad de Chile, Albert Tidy, “la manera de enseñar se adapta a un determinado modelo educativo, y hoy la tendencia es que el estudiante se posiciona como centro del proceso de aprendizaje, y el profesor como un movilizador de experiencias, y la arquitectura debe jugar ahí un rol clave”.

Este cambio no solo se traduce en una mejora física, sino en un compromiso institucional con la excelencia académica. Carolina Meyer, rectora del colegio, dijo en sus palabras inaugurales: “Nuestro colegio, con orgullo y dedicación, ha servido a la comunidad de Huechuraba durante 27 años, acogiendo actualmente alrededor de 1.500 alumnos en un proyecto donde buscamos una educación integral, preparando a cada estudiante para los desafíos del futuro. Hoy, tenemos una noticia que nos llena de alegría y que marca un antes y un después: hemos concretado una inversión significativa en nuestra infraestructura. Esta mejora no es solo un cambio físico, sino una transformación que impacta directamente en la experiencia educativa de cada uno de nuestros estudiantes”.

Por su parte, para Tidy, “la excelencia académica se asocia a espacios más flexibles donde la creatividad y la exploración son valoradas como elementos fundamentales del proceso de aprendizaje. En ese sentido la arquitectura puede ser una herramienta poderosa que se pone al servicio de los objetivos del aprendizaje, y puede ser tan fundamental como para potenciar o hacer fracasar un proyecto educativo”.

La renovación arquitectónica

La renovación del colegio ha sido guiada por principios arquitectónicos que priorizan la conexión con la comunidad y el bienestar de los alumnos. Margarita Rodríguez, una de las arquitectas a cargo del proyecto, destaca que “el objetivo principal fue crear espacios significativos, estimulantes y acogedores“.

Las intervenciones incluyen la renovación de la fachada, un nuevo patio para preescolar, una moderna biblioteca, llamada “El Rincón del Búho”, un laboratorio de última tecnología, un pequeño auditorio que se identifica como “Espacio Foro”, un Makerpace, una plaza de encuentro y la renovación del 100% de las salas de clases y de profesores.

Estas áreas han sido diseñadas para mejorar la experiencia del aprendizaje, permitiendo que este no solo ocurra dentro del aula, sino en cada rincón del colegio. “El diseño buscó conectar con el contexto urbano y social de Huechuraba, integrando materiales y colores del entorno”, explica Rodríguez. Esta atención al contexto no solo promueve la inclusión, sino que también refuerza la identidad del colegio.

Para Albert Tidy, “Los espacios que favorecen un entorno idóneo para la calidad del proceso de aprendizaje en primer lugar tienen que ver con un adecuado acondicionamiento físico ambiental, es decir buena iluminación natural, confort térmico. En segundo lugar, el aula debe ser un espacio lo suficientemente flexible para permitir distintas actividades y configuración del mobiliario en función de cada acción”.

Espacios multifuncionales y tecnológicos

Entre los nuevos espacios, destaca el Makerspace, un entorno dedicado a la exploración y la creación. Aquí, los estudiantes pueden experimentar y materializar sus ideas, fomentando el trabajo en equipo y el pensamiento crítico. Por su parte, el nuevo Laboratorio de Ciencias está equipado con tecnología de punta, permitiendo a los alumnos realizar experimentos de manera segura y efectiva.

La nueva biblioteca, “El Rincón del Búho”, se presenta como un espacio cálido y luminoso, ideal para la lectura y el estudio colaborativo. Este enfoque en la flexibilidad y la adaptabilidad es crucial para atender las diversas necesidades de aprendizaje de los estudiantes. “La biblioteca modular cuenta con mobiliario móvil que permite distintas configuraciones, favoreciendo metodologías activas y centradas en el estudiante”, añade Rodríguez.

En los discursos inaugurales del lugar, estudiantes agregaron: “Este es un espacio que nos invita a leer y jugar. Nos motiva saber que tenemos un rincón donde buscar nuevas lecturas o simplemente traer nuestros libros. Nuestra biblioteca cuenta con un lugar especial para cuenta cuentos, se puede trabajar en equipo y estudiar”.

Un evento que marcó un hito

La inauguración de estos nuevos espacios se celebró el 30 de mayo, con un evento que reunió a cerca de 100 personas, incluyendo autoridades, docentes y la comunidad escolar. El evento contó con la presencia del alcalde de la comuna de Huechuraba, Maximiliano Luksic, y su equipo, la rectora del colegio, Carolina Meyer, el CEO de Cognita Latam (organización de la que el colegio forma parte), Josep Caubet, junto a su equipo, entre otras autoridades, directivos, profesores, apoderados y alumnos, quienes recorrieron las nuevas instalaciones.

Carolina Meyer enfatizó la importancia de esta inversión para mejorar la experiencia educativa. “Estos espacios están alineados con los desafíos del siglo XXI y son lugares de encuentro que buscan inspirar a nuestros estudiantes”, afirmó. El alcalde de Huechuraba, Maximiliano Luksic, también hizo hincapié en su compromiso con la educación en la comuna, subrayando la relevancia de iniciativas como esta para el futuro de los jóvenes. La ceremonia culminó con el simbólico corte de cinta, un acto que marca el comienzo de una nueva era educativa para el colegio.

La remodelación del Colegio San Francisco Javier de Huechuraba representa una mejora en la infraestructura, un compromiso con la excelencia académica y el desarrollo integral de sus estudiantes. “Pequeñas intervenciones bien pensadas pueden generar grandes transformaciones”, concluye Rodríguez, reafirmando la importancia de diseñar desde el respeto y la sensibilidad urbana.

Con espacios diseñados para explorar, inspirar y fomentar la creatividad, la indagación y el sentido de comunidad, el colegio San Francisco Javier de Huechuraba se posiciona como un referente en la educación moderna, ofreciendo un entorno ideal para el aprendizaje y el crecimiento académico y personal.